Hace unos cinco años estaba en un bar tomando una copa con unos amigos y se me acercó una chica despampanante:
-¿Tienes bluetooth? Me pregunto.
-¿Que si tengo los dientes azules?
No le hice caso. ¿Qué demonios decía aquella loca sobre los dientes azules. Unos años más tarde me compré un ordenador con bluetooth, y un teléfono con bluetooth, y con gran esfuerzo aprendí a utilizar esta tecnología. Mi conclusión fue la siguiente: El bluetooth es una mierda que no vale para nada.
Pero por lo visto sí que vale. Ahora me entero por un amigo que se ha puesto de modo ligar con el bluetooth. En el mundo de la noche, la gente entra en los bares con el oscuro propósito de follar, pone el bluetooth abierto y así ya no hay que estar averiguando ni preguntando estudias o trabajas o en tu casa o en la mía. Con cinco años de retraso comprendí que aquella chica despampanante no estaba loca: sólo cachonda. Y yo, pobre diablo sin móvil…
En realidad esto de entrar a saco a por el folleteo no es tan nuevo. Ya en tiempos de nuestros padres y abuelos se usaba una fórmula similar. Lógicamente no había teléfonos móviles. Pero sí había una manera de proclamar mediante una clave la predisposición a ponerse mirando para Cuenca. Más o menos la cosa funcionaba así:
-Tengo queso, insinuaba el varón.
-¡Pues yo tengo pan! Contestaba la hembra, llena de alborozo.
Y luego se iban detrás del matorral a poner el queso dentro del pan.
Podía darse una variante. A veces, la mujer respondía: "Pues yo tengo pan… con tomate". Esto quería decir que la señora estaba con la regla. De esta manera el galán, según la tolerancia que tuviera hacia el tomate, podía elegir entre retirarse o aceptar el reto.
Me hizo ilusión esta idea de ligar con los dientes azules y le propuse a mi amigo que fuéramos alguna noche al cuadrilátero (la zona de los bares) para probar este cachondeo tecnológico. Limpié a conciencia la pantalla de mi Samsung SGH U600, puse en activo la función bluetooth y me dirigí a la zona del oprobio.
La primera noche no pasó nada. Mucha gente estaba pendiente de sus teléfonos, pero eso no significaba nada. Es normal recibir y escribir mensajes. De repente me entraron las dudas: ¿Y si era mentira eso de que la gente liga con el bluetooth?
La segunda noche me vestí para salir de nuevo y cuando iba a coger el teléfono para meterlo en el bolsillo me arrepentí y me fui a la cama. Ya no soy precisamente un chaval y trasnochar me cansa mucho. Prefiero dormirme con mi nueva televisión blanca. Al diablo lo de ligar. Es que vamos a ver, tampoco estoy como para decir que tenga fiebre o algo así. Todo esto es por obligación o por curiosidad. Y reconozco que hacer bricolaje me da muchas más satisfacciones. Quien haya traspasado una pared de lado a lado con una broca del 12 sabrá de lo que hablo.
Quise intentarlo de nuevo, no obstante. Y cuando estaba a punto de confesarle a mi amigo que no tenía putas ganas de ir de bares se me ocurrió una idea genial (un truco de bricolaje) compatible con mi pereza y con mi provecta edad: como mi dormitorio está casi pegado a la calle, me metí en la cama y dejé el movil encendido con el bluetooth abierto al mejor postor (postora). Al principio no me podía dormir, esperando la llegada de un mensaje prometedor. Me puse una película de La Dos y me quedé sopa. Eran ya las cinco de la madrugada cuando el móvil me despertó con unos bip psicodélicos, muy al estilo de Samsung. Joder, qué pocas ganas tenía. Y acto seguido el timbre de la puerta (que suena como el avisador de un aeropuerto).
Me puse al albornoz, bajé dando tumbos la escalera y así mismo, con el pelo revuelto y sin mear, recibí a mi pretendienta. Era la hija de unos vecinos de la urbanización. No debe de tener más de 22 años, y la conozco porque casi todos los días, cuando salgo en el coche para ir a trabajar, ella me interrumpe el paso porque sale de su garaje a la misma hora que yo. Es azafata de aviación. Le conozco las piernas. Un poco torcidas y no tan elegantes. Pero es una chica joven, y bien arreglada resulta guapa.
-¿Qué quieres? Le pregunté con desgana.
-Que me folles, dijo ella seca y desesperadamente, señalando su móvil que era fucsia.
Yo suspiré y la miré a la frente (o a los ojos: o a las pestañas con demasiado rímel).
-Mira, le dije en tono protector: si nos damos placer esta noche, mañana no tendremos nada, y continuaremos igual de aburridos. En cambio, si nos casamos y tenemos dos hijos, estaremos entretenidos por un tiempo más largo.
Pero ella no quiso escuchar, no ese plan absurdo. "Un trato es un trato". Y me arrastró al dormitorio donde yo le abrí las piernas y la tomé por obligación.
Lo único bueno de todo el asunto es que al menos esa mañana no me interrumpió con su coche, saliendo del garaje.
19 comentarios:
Sr. Ingle: Es Ud. el colmo de la pereza. No salir a la calle ni siquiera para que la señal bluetooth sea de mejor calidad.
En cuanto a la azafata, me ha entristecido su actitud (la de ella) al no aceptar el prolongado entretenimiento que Ud. le prometía con el matrimonio y los hijos. Se estan perdiendo todos los valores.
Saludos cordiales.
Teniendo en cuenta que eres un experto en los colores y sus efectos, con tu garage naranja, y tus paredes berenjena, pistacho y demás, lo primero que se me ocurre es lo siguiente:
Esa noche que saliste con tu amigo, en la que no te comiste ni una rosca, ¿tuviste en cuenta la combinación de colores? Cara verde menta, dientes azules, más los posibles colores presentes en la decoración de los bares podían presentar una combinación difícilmente soportable. Si vas a llevar los dientes azules, querido Johnny, procura que todo el entorno esté en armonía con ellos, porque de lo contrario el resultado puede ser para salir corriendo. A ese factor y no a otro achaco el que no ligaras nada esa noche.
Es usted el colmo de la pereza. Salir a ligar y esperar a que le entren... incluso por el blútúz... hay que ser parte activa, buen hombre!!!
Besazos.
Gracias a esto que ha hecho, yo no me he suicidado bloggerilmente... en breve lo entenderá...
En efecto, Sr. Cronopio, estas juventudes pierden los valores y lo que les resta son las cobardías: y las esconden detrás de un litro de buen ron (o mal ron, según se mire). Y respecto a la potencia de la señal bluetooth... también debería haber elegido otra calle más transitada, porque por la mía por la noche no pasa ni un alma (sólo algún vecino trasnochador, claro, ¡qué podía esperar!).
Estimada Koti: mi pericia con los colores está en entredicho. Estoy cometiendo repetidos errores en el dormitorio, ahora mismo lo tengo de lila y blanco y el lila me está matando. Ahora tengo pensado combinar una colcha fucsia, una pared pistacho, otra azul menta y que dios nos coja confesados. Espero que las presas no huyan despavoridas...
Sra. Ilya: es que yo quiero coopoerar con la Ministra de Igualdad a conseguir la igualdad entre géneros. De toda la vida el hombre machista ha sido activo (demasiado activo, diría yo). De modo que toca el hombre pasivo llevado al extremo: que me entren a casa, incluso hasta la alcoba, guiadas por el bluetooth. De esta manera la mujer entrará a la historia en un plano de igualdad (jiji)..
Sra. Akroon: desde que de pequeño me aficioné a los temas esotéricos siempre me ha hecho ilusión liderar un grupo espiritual y acabar con un suicidio colectivo. Quizás ahora sea el momento, las redes sociales, ya sabe.
Podemos organizar un suicidio colectivo bloggerilmente hablando. Cuando a usted le apetezca... ya sabe (mejor, cuando ya no le apetezca... escribir).
Espero entender... en breve.
¡Qué misterios!
Tenga entonces cuidado y mire bien aa quien le abre la puerta a las cinco de la mañana, no sea que el proximo pitido que le entre al movil sea el de algun joven lozano que no atienda a la razón del no..
Jeesuss...
Beshitoss azules, claro.
Sr. Ingle;
Yo lo que no entiendo es cómo una mujer que va a su casa a que Usted la folle, se lo diga "secamente".
Lo propio es que se lo hubiera dicho humectalmente, lúbricamente, resbaladizamente. Pero wey, eso de follar secamente no me suena bien. Es como hacérselo con un papel de lija del 5.
Yo he podido comprobar recientemente que eso de ligar con el bluetooth es cierto. También me lo dijo un amigo (uno que no se come una rosca, por cierto). Hicimos la prueba en un bar y me aparecieron como quince aparatos activados. ¿Podría haber follado?, por supuesto que sí, no sé si con los quince contactos, pero con alguno seguro. Pero le digo: me puse tan nervioso ante una expectativa tan clara que apagué el teléfono y me fui a otro bar.
Hay quien utiliza otras estratagemas para ligar: por ejemplo cagar entre los coches o salir por sorpresa de entre los árboles en actitud atropellativa.
Perfectos Saludos.
Juasssssssssssssssssss qué trabajos nos manda el señor... Yo creía que la técnica nos facilitaba la vida.
Me encanta su blog, oiga. Me he reído mucho.
Saludo.
Desde luego... que se presente una hermosa moza de 22 primaveras con el móvil fucsia... y con el móvil, valga la redundancia de quere follar (que no hacer el amor)... debería de alegrarle todavía más para probar todas las nuevas tecnologías que vayan surgiendo.
Lo cierto es que lo del pan y el queso es genial, pero lo del "pan tomaca" en este caso, es demasiado fuerte. Es como cuando me preguntaron si sabía qué era "El beso del Payaso".
Resumiendo, querido Sr. Ingle, me alegra saber de usted... eso sí, la cita ya es mensual... parece que usted viene a ser la alegría de la nómina, trasladada al mundo de la "blogocosa".
Reciba el más fuerte de mis abrazos desde estas orillas del Ebro.
Salud/OS!
SRa. CHULIMA: Si el que toca es el Carlos Lozano, y no se atiene a razones (sino a buenos amores), con viento fresco se lo lanzo al patio de la vecina, que ella sabrá que hacer con el galán.
SR. MANTEL: usted se pone nervioso aunque sea meramente por tomar una infusión. Si alguna vez le atenazan los nervios, piense en un Volvo amarillo viejo y verá como todo se detiene a su alrededor.
Ahggg, no me recuerde a esa que quería que la atropellara, y que luego cagó entre los coches con el mismo fin. Si el pan tomaca es fuerte....
Sr. Respirando: (en primer lugar, me alegra que su buena oxigenación), la tecnología alimenta la economía de una forma bestial, pero de verdad, que simplificar no simplifica nada.
Si usted tiene, por ejemplo, una puerta de abrir y cerrar con la mano, bisagras y llave, el asunto es sencillo. Pero como se le ocurra cometer el error de instalar un motor con unos circuitos eléctricos para una apertura automática... jah, verá como tendrá que sufrir unas cuantas veces. Le ocurrirá que estará lloviendo y la puerta no abre, y usted debe salir a desbloquear, pero no se puede desbloquear porque la ranura quedó atrapada por la puerta. Hay que joderse, ¡eso es la teconología!
Sr. VANIA: Esta noche creo que no podré dormir intentando adivinar qué es eso del beso del payaso. Usted no tiene piedad al guardarse el secreto...
Pues sí, estoy muy gandul últimamente: de hecho, pensaba incluso jubilarme, pero la carne es débil (y la hamburguesa de soja no digamos), y a mí siempre me acaban por meter de nuevo en vereda...
Esto es así.
Saludos!!!
Jajajaja, que bueno lo del pan con tomate!! jajaja
Pero pero pero señor Ingle...! Vaya vecinita! Y cuando le abrió las piernas, le cupo el móvil...?
Un beso muy grande!
Bien, supongo que todo lo entendible, ya está entendido.
Tomo nota de su ofrecimiento de liderazgo caso de suicidio colectivo. Si algún día quiero desaparecer, cuento con Usted. Mientras eso no pase, siga restellando. Nadie restella como Usted.
En cuanto al tema de su post (aún sigo respirando de alivio)...
Hoy día las tecnologías no están para hacernos la vida más fácil, si no para practicar sexo con desconocidos.
Yo un día conecté el bluetooth en un bar irlandés (en realidad era un bar barcelonés, pero al estilo irlandés... cuando salgo me limito a transportes sencillos, nada de tomar el avión) para que un amigo me pasara una melodía que me gustaba. Oiga, el trabajo fue mío para distinguir su móvil entre tanto nombre. Me puse tan nerviosa que apagué el móvil y me bebí tres cervezas. A la mierda la melodía.
Yo soy de otra época, de la de 'vamos a tomar algo' (y si se presta...), no de la del 'kdms? t kiero fllr'.
Lo que pasa es que la gente anda muy primaveral (y muy salida). Fíjese que abrí eso del Facebook por no recuerdo qué, y resulta que ahora un tal Wayne y un tal Diego tienen una enzarzada riña a base de ofertas de subasta, dónde el mejor postor parece ser que me gana (o al menos la foto). A día de ayer, se cotizaba mi foto (la misma que la del blogger) a 35.000 $. ¿Dónde me lo van a ingresar? ¿O es que acaso esa puja no es con dinero real?
Lo que yo le diga... soy de otra época.
En cuanto a su vecina del móvil salido y la entrepierna fucsia (o era al revés?). ¿Pero ella se lo propuso en lenguaje sms o normal?
SRa. EDULCORADA: ¿Por qué dice qué bueno? ¿Acaso lo ha probado usted (el pan con tomate)?
Sra. ZAFFERANO: Mi móvil es Ultra Sharp, o sea, el más delgado del mercado, o sea, que cabe en cualquier lugar a poco que se abra...
Sra. AKROON: Qué lástima que lo que se cotice a 35.000 Dollars sea su foto y no su original de carne, porque aquí estaría yo para ver si se producía el canje y asistir a sus dilemas morales (sobre esto existe el antecedente dcel film "Una proposición incedente".)
Respecto a lo que ocurrió en su bar irlandés-barcelonés, todo eso corrobora la tesis de que el móvil sirve para ligar, porque vamos, imagino que después de tres cervezas usted perdió la conciencia, y ni se acuerda de a cuántas proposiciones subidas de tono accedió o asintió tácitamente.
Yo no utilizo jamás lenguaje SMS. Mi única concesión es no escribir los acentos, porque eso sí que es un coñazo. Por tanto, para mí escribir en lenguaje sms equivale a escribir sin tildes. Y punto.
A una persona que escribe kdms soy capaz de maltratarla...
(dicho sea con todos los respetos).
Salud
Con tres cervezas no pierdo la consciencia ni la conciencia. Precisamente para no recibir proposiciones que probablemente no querría llevar a cabo, desconecté el móvil. Muerto el perro, muerta la rabia. Muerta la cobertura, muertos los bluetooth.
En cuanto a la versión ibérica del film que cita... Le aseguro que Wayne no tiene nada que ver con el protagonista de la película. Con Wayne, ni pagando. A parte, 35.000 $ por carne??? Nah... habría que pujar muchísimo más.
Secundo sus maltratos, con los respetos que sean necesarios.
Qué tal Sr. Ingle, ya estaba yo dudando de su regreso debo confesar.
Comparto el mismo temor de Chulima, quería preguntarle si es que acaso el bluetooth reconoce género porque con eso que encontramos mujeres de nombre Sam y alguno que otro Guadalupe varón de nacimiento uno ya no sabe, y yo para eso sí que soy inflexible.
Por eso estoy yo a favor de desarrollar un Pinktooth para que no haya problemas ni confusiones, podríamos añadir entonces un Rainbowtooth y otras peculiaridades porque no queremos ofender minorías.
Qué gusto leerlo de nuevo, saludos
jajaja!!
Me he reído mucho !!
Desde mi ingeniudad..ha sido cierto lo de la vecinita??
Volveré!!
Besitos!
Sr. Perro del Mal: es evidente que Bluetooth no reconocer géneros, sino agujeros. Y que por tanto estamos expuestos a lo que le ocurrió al desdichado Ronaldo...
SRa. Chuspi: Mi propósito no es escribir verdades contundentes ni mentiras palmarias, sino relatos verosímiles. Si a usted, después de leer todo esto, aún le queda un resquicio de duda sobre si es verdad o infamia ¡objetivo logrado!
(Lo mejor es siempre vivir en la cuerda de la haraña, bajo el hilo de la sospecha, en la incertidumbre, creyendo que esta vida es alquilada y mañana nos pueden desahuciar, etc.).
Besos y hasta pronto
jejej Johnnie y esta historia es real? Las forma de ligar aumentan con la tecnología. Y yo con el celular más carcacha que hay, sin blutuz ni nada jjijijij
Publicar un comentario