Cuando Ragebundo Pantriel contrató la conexión a Internet le ofrecieron hasta tres cuentas de correo. Él registró sólo dos, que le parecían suficientes: una para los correos ordinarios y otra para apuntarse a sitios sucios de Internet. Hizo una primera prueba para ver si funcionaba: de la cuenta ordinaria se envió un correo a la cuenta sucia. Pasaron los días y se extrañó de que no le llegara ninguna respuesta, ya que precisamente había pedido mensaje de confirmación.
Intrigado, decidió acceder a su cuenta de correo sucio para ver qué pasaba. En la bandeja encontró su mensaje, todo normal. Ah, bueno, se dijo, si llegó es que funciona. A ver si llega también la respuesta. Y se respondió del correo sucio al correo ordinario.
Se inició así una larga relación espistolar consigo mismo: bueno, es decir, una correspondencia entre la parte pudorosa de Ragebundo Pantriel y la parte libidonosa. Las cartas del Ragebundo sucio ruborizaban al comedido Pantriel.
Fueron varios años de intercambio de escritos. A veces se escribía y contestaba varias veces en un mismo día.
Hasta que llegó un momento en que deseó ir más allá. Decidió concertar una cita: quería conocerse en persona.
Eligió un lugar concurrido “por cualquier cosa que pudiera pasar”. Una cafetería, las cuatro de la tarde.
Llevaba esperando casi media hora y nadie aparecía. Joder, qué nervioso estaba. Pidió una Coca Cola para entretenerse, pero le molestaba el ruido ensordecedor de la gente que hacía fila para entrar al cine. Y calor, hacía calor.
Mientras esperaba y esperaba se fijó en un joven sentado en la barra. Éste le devolvía las miradas inquisidoras. "Será que sabe que estoy esperando a alguien a quien no conozco", pensó Pantriel."O peor: podría ser gay".
Cuando se acercó a la caja para pagar, el muchacho se apresuró también a sacar su cartera. Ragebundo echó un último vistazo a la sala, y echó a andar.
A los tres pasos se percató de que una mano le sujetaba la muñeca: "Vamos, se dijo a sí mismo: reconoce que eres marica".
Esa misma noche registró una segunda cuenta de correo para asuntos sucios.
PD: Este post pretende ser un homenaje al Sr. Mantel, que estos últimos días disfruta como un cerdo escribiéndose correos como si fuera otra persona y contestándolos puntualmente desde la otra cuenta. Si a ustedes les pasa, amiguitos, no se preocupen. Según la Conferencia Episcopal, esto no tendría importancia, como tampoco la tendrá la Ley del matrimonio gay. Al parecer, el auténtico peligro para la humanidad es el divorcio exprés. Según los curas, si usted pilló a su señora esposa en la trastienda tirándose a un negro monumental, no debe apresurarse a obtener el divorcio en el perentorio plazo de dos meses. Si se contiene y espera dos años, es casi seguro que la paz y el amor y el deseo regresarán a su corazón (bueno, mejor dicho, la paz y el amor a su corazón y el deseo a la entrepierna).
Es justicia.
28 comentarios:
Comprendo perfectamente al Sr. Mantel. Yo soy dos personas: Kotinussa y la otra. Cada una de ellas tiene cuentas de correo diferentes y, más aún, cada una de ellas tiene un blog. Tú conoces el blog de Kotinussa, pero no el de la otra.
Sin embargo, Kotinussa y la otra no tienen intención de conocerse personalmente, porque las dos son tan estupendas que podrían surgir rivalidades, envidias, celos. Mejor dejémoslo así.
Todos tenemos un lado oculto, mis amigos no saben quien es Inés Perada y sin embargo, me conocen hace años...
Inés también tiene una cuenta A y una cuenta B, donde escriben solo determinadas personas que no podrían ir a la A...
A Inés esto le hace tener un espacio privado y vida propia, que conviven complementándose en armonía y le hacen un poco más feliz.
Excelente relato, Sr. Ingle. Mis felicitaciones.
Salud.
Lo malo es que cara vista y cara oculta tienden a mezclarse demasiado cuando te puede la emoción.
Uno trata de ser anónimo, pero cuando le llega el éxito, tiene que ser conocido... de no ser que uno tenga el ego bien templado.
Yo traté de tener dos vidas, pero me quedo con la cara vista.
No obstante, en 10minutemail.com le dan a quien quiera una cuenta de correo electrónico efímera de 10 minutos de duración para suscribirse a contenido sucio como usted dice, sin dejar rastro después.
Salud/OS!
PD: Hoy me caen 32, Sr. Ingle...!
¿Esto es homosexualidad o autosexualidad?. Es que hay gente que se enamora de sí mismo para toda la vida.
Yo tengo rachas en las que me adoro y me encanta salir conmigo misma y otras en las que me detesto y pongo tierra de por medio.
Saludos
Sr. Ingle,
Es Usted todo un estudioso del fenómeno internaútico. No lo deje, no lo deje, dentro de diez años le lloverán ofertas como churros para declamar sus teorías por las Universidades más prestigiosas.
Y en otro orden de cosas....¡Anda que estará contento Don Mantel con el homenaje que Usted le ha hecho!
yo también soy dos personas.
La que ama expresarse mediante palabras y la que quiere capturar la vida en una fotografía.
Soy dos personas. Una adora el color y los colorines, la otra siente debilidad por la oscuridad del negro.
Todos somos dos personas, señor Ingle.
El problema llega cuando se es tan sólo una.
Siempre es mejor quedar con uno mismo. Al menos te ahorras tener que invitarle a café.
(A no ser claro está, que se quede con la cajera de algún alcampo)
¿No está de acuerdo Sr Ingle?
jaja...na, ni contestess...
Besoss
Querido Johnny,
¡Que abrumadora verdad!
Deje que le cuente.
Yo hasta hace poco tenía multiples identidades, y a causa de ello múltiples direcciones de correo electrónico: una para el bloguecito, otra para el trabajo, otra para que me la espiaran en exclusividad, otra para asuntos oficiales y otra para asuntos turbios.
Lo único que tenían en común era el despiste de este personajillo que soy yo y el esfuerzo a brazo partido por controlar tanta cuenta.
Acabé por decirle cosas muy guarras a un señor de hacienda, quedé para ir al cine con un informe médico, al espía le conté lo bien que me lo había pasado de copas con un tipo mientras él dormía y a e-bay le solicité un polvo por la vía de apremio.
Después de tanto tecleo sigo pagando impuestos, han cancelado mi cuenta de e-bay, he ido al cine sola desde entonces y me he separado. Y del polvo, ni con sentencia condenatoria.
He pensado en pasarme al correo tradicional, pero al de plumilla y secante, que dicen que el cartero siempre llama dos veces.
O tres.
Por si acaso.
El correo tradicional puede ser, en efecto, infinitamente efectivo. A veces me asomo a la ventana y veo el carrito amarillo aparcado en la acera. Doy por supuesto que el cartero (o la cartera) se ha ausentado por unos minutos para satisfacer las demandas polveras de algún vecino o vecina. Si es un servicio público, es lícito que quieran cumplir..
Y ahora tengo que expresar mi indignación porque ayer escribí varios comentarios de réplica a los aquí expresados y por arte de ensalmo han desaparecido. No me creo que el texto haya ido a parar a un blog ajeno, si alguien se lo tropieza, dígamelo, que estoy en un sinvivir.
(y es que creo que me había esforzado un poquito, pero bah, así es la vida, me cago en diez).
Y pese a que yo le fustigo cuando es menester, Usted no hace lo propio... sepa que estoy sumida en la pena más profunda.
Sr. Ingle;
Esto es telepatía... y me estoy asustando de las dimensiones que puede tomar.
Usted azota mi trasero, y simultáneamente yo estoy actualizando...
Pongase usted a la cola para cagarse en diez, yo ayer me tuve que cagar en veinte, y aun no he terminado...
Me paso igual, escribi los coments y hoy no estan, y pasaba por aqui mirando si con el despiste los coloque en algún otro blog...en fins..
;-) Saludos
sRa. AKroon: eso será teletrasero y teleazote. Iré a ver el fruto de la fustigación...
Sra. Chulima: le expreso mi solidaridad y lloro con usted la desgracia que nos toca vivir, totalmente comparable a la de quien le entra una riada en la tienda de zapatos y otros géneros de piel.
Le cedo el turno para la función escatológica...
Sr. Ingle;
Escribirse y contestarse mails debe ser de lo más estresante. No hay nada peor que no tener secretos para uno mismo. Se pierde el misterio, y uno se acaba desenamorando de sí mismo.
La Conferencia Episcopal pretende acabar con mi negocio, pero tengo un plan maestro: colocaré un negro monumental y una mulata macizorra en cada rincón oscuro, y una tarjeta estratégicamente depositada cerca del lugar donde la pareja legal aviste tamaño acontecimiento. Espero forrarme.
Le agradezco sus azotes desde lo más hondo de mi ser.
yo quiero la réplica a mi comentario!!!
Sr Johnny,
Gran relato... Cuando el Sr Pantagruel es el protagonista hay una intensidad peculiar... y viceversa
por cierto... gran fotografía ilustrando el post... ¿Cuándo la hizo?
¿Es el Volvo descapotado?
SRa. Nush, sea comprensiva. Recuerdo que le contesté con alguna frase medianamente creativa y pertinente a su comentario. Eso fue hace dos días. Sin embargo esta noche, no sé si porque ha llovido y se me ha reblandecido el cerebro, el caso es que no soy capaz de reconstruir ni siquiera una brizna de la idea. Leo ahora lo que escribió y...
Bueno, voy a decir: usted es dos personas magníficas y está en cada una de ellas al mismo tiempo. Cuando usted muera será más homenajeada que Fernando Fernán Gómez: usted será destacada escritora, top-fotógrafa y destripadora de vísceras como jamás se vio en la tierra. Bueno: con esto son ya tres personas. Recoño.
Sr. del Hierro (carajo, cómo me gustaba usted antes, cuando usaba el apellido del Hierro y se la pasaba el rato diseñando extrañas prendas): procuraré entonces sacar más a menudo al friki Pantriel a pasear....
Recuerdo, eso sí, haber contestado a la Sra. Mila que me parece un hallazgo la categoría de la autosexualidad. Creo que uno podría enamorarse de uno mismo, pero no para toda la vida. Sería un enamoramiento como de media hora, pero al día siguiente se podría repetir la atracción.
Sra. Loredhi: me conformo con que de las Universidades me traigan churros para desayunar. El Sr. Mantel no está contento con el homenaje, es más, ha dicho que él nunca más piensa postear. Pero bah, eso quién lo sabe. Si tuviera un Macbook seguro que querría usarlo a menudo...
Sra. Chulima: yo voy a tomar café a la máquina de la oficina dos veces en la mañana. En la mayoría de las ocasiones tengo que invitarme a mí mismo (suelo ir solo). Pero se han dado días en que la máquina me invita (suele tener monedas en la ranura que nadie retiró).
Bueno, Sr. del Hierro: Por lo que se ve en la foto hay indicios de que alguien echó un volvo en ese coche (las chicas parecen contentas).
No obstante, acabo de investigar y... ese coche es un Triunph TR 4 descapotable del 62:
Demonios! Acabo de darme cuenta de que si esta fotografía es de 1962 las señoritas que aparecen vivirán actualmente en una residencia de ancianos y anos.
Y cree Usted que a tan avanzada edad siguen usando tanga y subiéndose tan sexys en sus taca-tacas descapotables??? jeje
Pues ahora que lo dice, ¿acaso ese andamiaje sobre el maletero no podría ser eso: UN TACA TACA???
Yo no le veo las ruedas... pero oiga, si Usted lo dice, yo me lo creo.
Ahora me hizo recordar aquel chiste de "mira papá: un avión macho". "No hijo, son las ruedas".
Este chiste tan clásico, digna señora, no le llega a la suela de sus zapatos: usted es capaz de mayores hazañas humorísticas.
No se crea... yo preciso de inspiración, que viene y va cuándo le place. Y el chiste que comenta, no lo conocía, pero me ha hecho gracia oiga.
En este preciso instante, bajo la ventanita de comentarios, me miran los ojos inquisidores del bebé de la bendición de tener hijas feas... y créame si le digo con esa cría una es incapaz de pensar en nada gracioso...!!
Parece que juzga cada palabra que escribo...
Ragegundo Pantriel conoció a la mujer de su vida en una verbena. Mujer de su vida, o eso creía.
Se llamaba Inspiración Fernández.
Al principio estaba muy contento. Pero pronto se dio cuenta de que Inspiración iba y venía según le salía de las verijas, y nunca estaba en casa. Iba y venía. Algunas tardes, incluso paga el IVA.
De modo que pronto cortó y se dedicó de nuevo a las dos cuentas de correo sucio. Después de todo, Inspiración era una auténtica guarra, una cerda. Y para eso se bastaba.
Divina Inspiración, pensó. Puta.
Y la inspiración de Ragebundo es la misma que la mía???????
Yo que siempre creí que me gustaban los hombres....!
Sr. Ingle, por dios, una crisis de identidad sexual a mi edad, no puede ser!!!!!!!!!!!!!!!
Qué relato tan genial! Me recuerda tantas cosas... Un día me pedí cita. Me puse tan nerviosa que se me hizo tarde y no acudí. La realidad es que me asusté, me daba miedo conocerme. Por eso, a estas alturas, todavía no sé quién soy.
Besos
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