28 enero 2008

Historia de la medicina moderna



Debo confesar que no tenía la menor intención de escribir esta tarde. El que conozca un poco a la Sra. Akroon sabe que no es posible eludir del todo la obligación de postear. Ella regresa más pronto que tarde con su fusta justiciera y uno a preparar el culo y a ponerse a escribir. Jo, pero la pereza es la pereza, y la falta de imaginación a veces se asoma a una ventana y grita con pavor a los transeúntes.

Windows estaba apagándose y en el último momento me arrepentí y visité el blog de la Sra. Zafferano, principal suministrador de energía eléctrica para la isla de Tenerife después de la Central Térmica de Granadilla. Leí su disertación sobre la hipertensión y comencé a escribirle un comentario que se me fue alargando tanto… alargando tanto, que al final exclamé: ¡estoy entonao! Lo que he hecho es robar mi comentario de allá, de su blog, y traerlo aquí. Que me perdonen los puristas, pero es que su blog y sus comentarios se emiten bajo licencia "Creative Commons", y eso quedaría en agua de borrajas si uno no se dedica a piratear y piratear como buen español.

Aquí está, pues, la HISTORIA DE LA MEDICINA MODERNA, según el comentario a la hipertensión de la Sra. Zafferano:

"Hasta hace apenas un par de siglos la gente no tenía corazón. Los mendigos se quejaban porque no recibían caridad, y los médicos también se morían de hambre, ya que guardaban en sus bolsos de visita estupendísimos fonendoscopios a los que no lograban sacar partido: por más que palpaban, ni un mísero chucuchú. Hartos de esta situación, los galenos realizaron un descubrimiento a la medida de su bolsillo, y a partir de entonces los humanos tuvimos corazón que ellos podían escuchar y palpar.

De esta forma también se pudieron dar de baja en el padrón municipal a muchas personas que fueron acusadas de estar completamente muertas porque en su interior no latía nada de nada.

Sin embargo no acabó ahí la progresión de la ciencia médica, porque los primeros corazones latían a ritmo continuo y no había parámetros que medir. Fue así como se realizó un segundo descubrimiento crucial para la historia de los médicos: la tensión. A partir de entonces, si vamos al médico, este nos puede clasificar en dos grupos: hipertensos e hipotensos (que son los que tienen tensión parecida a los hipopótamos). Tanto unos como otros se consideran anómalos, o sea, enfermos, por lo que recetar una pastillita o una batería de ejercicios es obligado.

Claro que algunos se saltan a la torera (brincando por encima de una vaca) la prescripción facultativa, y usan la batería de ejercicios para cocinar.

Si se cocina con una batería de ejercicios, lo más probable es que a uno le suba el colesterol. Se considera alimentación insana, por lo que se hace preciso recurrir otra vez al médico. El facultativo opinará que el colesterol está provocado por una excesiva ingesta de coles, que además provocan gases, y para esto lo mejor es una copita de anís.

El que empieza tomando una copita de anís después de las comidas acaba borracho como una pipa en una calle y ahí ya llega un señor con un Audi A8 a toda leche y lo atropella. Viene el médico forense y pone en el informe: "causa de la muerte desconocida", porque los médicos, desgraciadamente, no entienden nada de coches.

Y esta es la historia de la medicina moderna, cuyo relato dedico a la ínclita Sra. Nush M.D., que estudia el primer curso de medicina en una provincia especializada en la producción de peras y manzanas, gracias a lo cual ya es capaz de distinguir entre un hipertenso bailando en una discoteca y un hipopótamo revolcándose en un charco de fango.

¿O no?

15 comentarios:

Akroon dijo...

Sr. Ingle... no me da Usted tiempo a fustigarle. Está en racha.

De todos modos, me guardo el látigo a mano... para azotarle por puro placer. Eso sí, con cariño.

JOHNNY INGLE dijo...

No, Sra. Akroon, no se deje contaminar por el cariño.
Póngale púas de acero al látigo y fustigue sin piedad y sin tomar en cuenta sus sentimientos nobles.
Rebusque en la parte más tenebrosa de su psique y aplique esas miasmas rencorosas a mi trasero.
Para mí sólo existe el dolor como única sensación. Lo otro es que ni siquiera lo tomo en cuenta.

Los siniestros somos así.

Akroon dijo...

Jajajajajajajaja... No me provoque, que saco los zapatos de tacón de aguja.

Anónimo dijo...

Si fuera tú, me preocuparía sobre todo por ese color verde que luces con tanta gallardía, a pesar de todo. Si uno se pone amarillento cuando el hígado está mal, si estar demasiado pálido indica anemia y estar demasiado coloradote puede ser indicativo de cierta propensión a una apoplejía, ese verde tan chirriante no puede ser mejor.

Y además, rodeado de las paredes color naranja de tu garaje, debes lucir hasta fluorescente.

Seguro que Nush puede diagnosticarte algo realmente peligroso y grave.

Anónimo dijo...

Ains, cuando pare de reírme (con) ustedes dos, a ver si pienso en algo a la altura de las circunstancias, que llevo ya tres resúmenes anuales del IVA esta tarde y me desencuentro un poco ida.

Y si cree que tengo suerte con el tema de los vencejos (que no eran tales, en realidad eran golondrinas, pero a mí, diga Bécquer lo que diga, me resultan más poéticos los vencejos, será porque sus chillidos se me antojan música relajante), no debe perderse usted la lectura de un post que tengo en mi blog enterrado allá por el mes de mayo, y cuyo enlace recupero aquí para no hacerle trabajar demasiado, habida cuenta de que parece que le encuentro en un ciclo de hipotensión.

Vaya, al final no voy a tener que retornar para comentar ágil e imaginativamente su post... es lo que tiene enrollarse. No obstante, retornaré a deleitarme con sus comentaristas.

ZooHome

Besazos.

Anónimo dijo...

Vaya chasco, disculpe mi torpeza, el enlace correcto es el que sigue:

ZooHome

Más besos.

nüSh... dijo...

Estimada kotinussa
Yo lo que le diagnostico al señor Ingle es, sin duda alguna, exceso de imaginación (debido posiblemente a los elevados niveles de calcio intracelular)


Señor Ingle.
Gracias, mil gracias por su relato.
Ahora bien, creo que si no tenían corazón, la solución más sencilla sería hablar con el señor Edmundo y preguntarle cómo ha hecho para lograr tener no uno, sino dos.
Um...



besos.

el_Vania dijo...

Yo pienso que... hasta el agua resulta asquerosa cuando se toma por prescripción facultativa.
Y también que lo que curan por un sitio, lo joden por el otro.
Salud/OS!

Zafferano dijo...

Jajajaja! Me suena...
En fin señor Ingle, me alegro de que Windows no llegara a apagarse , que me hiciera usted una visita y que mi disertación le inspirara. Si hasta ha puesto usted una foto de una pupila dilatada!
Es una alegría saber que los médicos se dieron cuenta de que los caleidoscopios no se oían e inventaron el corazón. Qué gran invento. Ahora sólo falta que inventen el cerebro, para que cuando dilaten las pupilas puedan ver algo al fondo...

Un besote!

Inés Perada dijo...

Pues además de dedicarle usted el post a la señorita Nush, me tomo la libertad de autodedicármelo que para eso lo escribió usted en el día de mi cumpleaños y me apetece, ya que además, estoy en el borde de la hipertensión, así que con su permiso, Sr. Ingle...

Con respecto a los consejos médicos, están muy bien, pero sigo pensando que mayoritariamente el riesgo de padecer de altos niveles de colesterol y la hiper/hipotensión tienen una base absolutamente genética. Lo que hay que hacer, eso sí, es cuidarse, pero sin agobios y sin estridencias, que lo que sea, va a ser igualmente...tengo yo varias compañeritas veinteañeras, delgaditas y comeverduras que tienen el colesterol por las nubes...

Salud, sr. Ingle... ( no nos abandone demasiado tiempo, haga usted el favor)

Akroon dijo...

De entrada, si a mí me tiene que operar un cirujano como el de su foto, sepa que salgo pitando del quirófano, aunque sea desnuda o con esa ridícula bata que deja el trasero al aire.

Respecto a las bajas en los padrones de las gentes descorazonadas, creo que en algunos pueblos de España aún hay gente muerta que vota... deberíamos revisar lo que se considera muerte legal. Qué cosas tiene el cuerpo humano, nadie escapa a la llamada de la democracia, ni que esté clínicamente muerto.

Si los hipotensos tienen la tensión parecida a la de un hipopótamo, ¿los hipertensos la compran en un hipermercado? Y de ser así, ¿hay ofertas de dos por uno? Es más, en el período de rebajas, ¿se convierten en hipotensos y van cantando Ausonia elásticos lala, muy absorbente lalala entre los mostradores?

Le acepto la copia del comentario como post... pero recuerde que estoy al acecho, como gato negro (con casco y látex, claro) tras presa (pongamos, de color verdoso, por un decir).

Anónimo dijo...

Hola Johnny,
Sólo saludarte un Instante y aunque a alguien le pueda sonar a chiste,no lo es.Éste Lunes 4 Febr. ´08 yo te he imaginado por esos lares de Dios: Todito "Blanco IPod". Pd: ¿Cinco Toneladas?.Esos son muchos Polvos ;)

Saludos, Klaudia.

chuliMa dijo...

Por supuesto Sr Ingle, que a nadie se le ocurriria hacer ejercicios con una bateria de cocina a no ser que, como usted dice, se hubiera pipao la botella y media de anis...
Y es que todo el mundo sabe que la bateria de cocina es de adorno...digan los medicos lo que digan

¿y que quise decir? Ahh, po no tengo ni idea.
En fins...besoss

chuliMa dijo...

Por supuesto Sr Ingle, que a nadie se le ocurriria hacer ejercicios con una bateria de cocina a no ser que, como usted dice, se hubiera pipao la botella y media de anis...
Y es que todo el mundo sabe que la bateria de cocina es de adorno...digan los medicos lo que digan

¿y que quise decir? Ahh, po no tengo ni idea.
En fins...besoss

Akroon dijo...

9 días sin postear...
9 días de caso omiso a sus comentaristas...

Sabe lo que le espera y sabe que ejerceré mi castigo...

Tic, tac, tic, tac, tic, tac... se acerca el momento (imagine ahora unas manos acariciando un látigo...)

MUEVA




EL







CULO!!!!!!!!!!










YAAAAAAAAA!