23 julio 2006

Humillación del eterno masculino


Hoy estaba previsto difundir al mundo un grandísimo invento (los cursis de la tecnología lo llamarían un “gadget”) pero el esperpéntico suceso del sábado por la mañana en La Alameda me obliga a cambiar de planes. Tengo la moral gateando por los suelos y el orgullo de ser hombre encerrado en un armario. Mi eterno masculino ha sido humillado y ahora ¿qué va a ser de mí?


Todo comenzó cuando hace unos días a FALINDA le dedicaron un par de páginas en Glamour, y le prometí vencer el ridículo de acercarme a un quiosco a comprar un ejemplar de esa revista para mujeres frívolas. Cuando hice esa promesa no podía ni imaginarme la tragedia que estaba en ciernes.


La mañana no era propicia. El calor se había desatado, al fin, en el ámbito paradisíaco de Canarias. El bochorno y el sofoco se democratizó y en buena hora podemos sudar en igualdad españoles de todas las regiones, peninsulares y ultraperiféricas. Me acerqué a la Capital con el propósito principal de adquirir un adaptador para Memory Stick Pro Duo (¿qué es esto?) y con la misión secundaria de comprar Glamour. Jah. Mi Quiosquero me estaba esperando. Lo llamo Mi Quiosquero no porque lo conozca de toda la vida, sino precisamente porque hace años que no compro nada en un quiosco. Miré por todos lados y no encontré nada con la palabra “glamour”. Soy tímido y no me gusta preguntar, pero no me quedó más remedio (háganse una idea, para un hombretón como yo, tan parecido al Mr. Big de Sexo en Nueva York, resulta igual de duro preguntar por una revista de frivolidades en un quiosco que pedir condones en una farmacia):


YO: ¿Tiene la revista Glamour?

MQ: Sí, ahí debajo…

YO: (Con cara de haber visto al demonio) ¡¿Esto?! ¿Esta cosa?

MQ: Sí, es que viene con ese bolso de regalo (vean en la foto el tal bolso de color fucsia, es lo que podríamos denominar en el argot “un bolso ideal”).

YO: Bueh (resoplo)… es que… ¿Y qué hago yo con esto?


Mi Quiosquero se compadeció de mí, él dio por supuesto que yo era el perfecto calzonazos, casado con una mujer frívola capaz de hacer de mi capa su sayo. La situación resultaba la mar de humillante para mi eterno masculino. Encima al coger el bolso se me escurrió la revista y cayó al suelo: ¿una revista de formato pequeño? No entiendo, pensaba que las mujeres las preferían grandes.


MQ: Mire, a usted le mandaron que comprara esto, y usted se lo lleva. No lo piense más.


Me lo colocó todo dentro de una bolsa de plástico para que marchara con dignidad por la calle. Pero la procesión iba por dentro: no le aclaré a Mi Quiosquero que en realidad la revista era para mí, tampoco había necesidad de explicarle cosas que él jamás entendería (es que Falinda tiene un Blog, que por cierto no es un Blog de moda, estúpidas reporteras, y le dedicaron dos páginas, y… bueno ¿usted tiene Internet?). ¡Claro que no tiene Internet! Los quiosqueros cuando llegan de trabajar se refrescan, comen, eructan y se duermen viendo un documental de animales en La Dos. Ellos ignoran lo que es postear.


Ya está, pues, la revista en casa. Y el bolso, que a ver a quién se lo regalo (¿cambio bolso fucsia ideal por una mansión en Canadá?). Me ha sorprendido esta revista. Los titulares de la portada son más o menos: guapa y chic rápido, ¡orgasmo siempre!, chica lista ahora sé pedir un aumento, citas sexy noche y día… Y luego el interior es toda una orgía de piernas, jovencitas con sus labios besucones, cuerpos y cuerpos, lencería provocadora, bikinis. La palabra sexo está escrita por todos lados, explícita o implícitamente. Mi resumen para esta publicación es este: TE PONE COMO UNA ESTUFA. No me extraña que nuestras muchachitas acaben como acaban: salen por las noches enseñando los canalillos, las ingles, con unas caritas que dicen a quien quiera entenderlo “soy el pecado en persona, quiero follarte”, se toman cinco gin tonic y luego rematan la jornada revolcándose tras los matorrales con el primero que les dice bonita. Y poniendo en práctica todos los consejos de la revista Glamour para obtener ¡orgasmo siempre! Si yo tuviera una hija adolescente no la dejaría leer esta revista. Bueno, si alguien no tiene calefacción en su casa y es inverno, que le compre la revista: la niña se pondrá como una estufa y habrá resuelto su problema.


De todas formas, encontré algo útil en Glamour, que me sirvió para mitigar la humillación de mi eterno masculino. En la página 103 se describen las propiedades organolépticas que deben tener los hombres de verdad: odian bailar, no son vanidosos, LES GUSTAN LAS JOVENCITAS, nunca lloran, necesitan sentir que tienen el control, no les importa la moda y jamás muestran sus emociones. Jeje. Pues yo cumplo todos estos requisitos. Tengo un bolso fucsia ideal colgado en mi armario junto con los cinturones y las corbatas, ¡pero soy todo un hombre! Jeje. Como Mr. Big.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Lástima que estés tan lejos. Hoy, ¡por fin! me leí todo tu blog, y ahora que sé que tienes un aire a Mr. Big (un aire, una brisa, lo que sea) ardo en deseos de... no sé... lo que sea.... Sólo decirte que "Cosmopolitan" es mejor ;-). Ahora que estás en la onda, será mejor que te centres, jejejej. Lo dicho, que no es broma, aunque yo no sea una jovencita.

P.D.: Por aquí también hace mucho calor, y claro....

. dijo...

Sr. Ingle;

Me ha dado usted una patada en todo el blog. Carajo. Hace unas semanas, el Sr. Vespinoza me sugirió que me leyera el COSMOPOLITAN. Bien. Ahora tengo el último número de esa revista en mi maletín, junto con el collar de regalo (bueno, creo que es un collar) y una muestra de crema de regalo (bueno, creo que es una muestra de crema). Pensaba hacer una crítica literaria completa de la revista; pensaba relatar las vicisitudes por las que pasé para adquirir la revistita en el quiosco. Resulta que la escena que Usted describe es un calco total de la que me tocó vivir a mí. Con una diferencia: para diluir la carga de damisela yo compré, además del CP, un número de Avion Revue y otro de Sólo Camión, que tiré a la papelera más cercana. Mierda, ahora tendré que tirar también el CP, sin haberle dedicado un blog, y con lo caro que me costó.

Por lo demás, y por la idea que tengo de Usted, creo que el único requisito organoléptico que cumple es el de "LE GUSTAN LAS JOVENCITAS".

Ahora que no puedo escribir sobre el COSMOPOLITAN tendré que postear de nuevo sobre los cristianos.

Que disfrute de su estufa.

Perfectos Saludos.

JOHNNY INGLE dijo...

Viveydv:
¡Pero qué sugestionables son las mujeres! Nombro a Mr. Big y ya arden los deseos... Ahhh. ¿Y si no fuera tan Mr. Big? Bueno, la verdad es que siempre que lo veo en la serie me reconozco de alguna manera, tengo una sensación de espejo reflector o algo así. No creo que sea tan grande el parecido, pero yo percibo una afinidad.
En cualquier caso, yo de a ese tipo (tan masculino) pienso que seguramente sólo guste a un determinado tipo de mujeres (nó sé qué tipo).
Me quedo sin entender del todo lo que dices de "estar en la onda".

Sr. Mantel: ya ve usted lo que son los blog. Uno empezó aquí con vocación intelectual, y en cuanto surge el eterno femenino ya se dispersan las ideas. No es fácil si le cuentan a uno el calor que existe por allá por esas tierras ibéricas y a continuación los puntos suspensivos...

Y usted escriba su relato sobre lo de Cosmopolitan, que el tema es universal y no será la primera ni la última vez que ocurra. Piense en todos los ensayos que se han dedicado a Hamlet, por poner un ejemplo.

Y déjese de canalladas con lo de las jovencitas. Bah.¡qué sabrá usted!

. dijo...

¿Mr. Big?.

Mr. Wide, diría yo...

Perfectos Saludos.

AKSARAY dijo...

Yo tb soy de campo. Cada día a la hora de comer , voy al huertoi a por una lechuguita y 2 tomates para hacerme una ensalada , después me limpio los pies que se me ponen perdidos de tierra porque voy descalza y por todo esto , La Glamour y sucedaneos me odian . No soy guay .
Saludos¡

Anónimo dijo...

Cosmpolitan, Glamour...señores, un poco de cordura. Sí lo que quieren son artículos sensibles nada mejor que el Plaboy y para ver mujeres sensuales nada mejor que salir a pasear. El estilo y el glamour déjenlo para las expertas como Falinda. Me están acomplejando con tanta revista de esas, no voy a llegar a metrosexual ni de coña, sobre todo escribiendo de tiras cómicas, que rancio soy.

JOHNNY INGLE dijo...

Asaray:
Que siiiii, que eres guay: cualquier hombre caería rendido ante la visión de una ninfa saliendo del huerto con los pies desnudos como dios los trajo al mundo,los tomatitos rojos en ambas manos y las hojuelas de lechuga prendidas en las orejas.

¿quién dijo que eso no era glamour?

Sr. Ricardo:
No se preocupe, tendremos que darle un asalto a los quioscos para robarles todos los Playboy y Penthouse a fin de recuperar la cordura viril. ¡Abajo los metrosexuales! ¡Que vivan los peludos!
Lo Falinda es una especie de "my way" que sólo vale para ella...

RUFUS dijo...

Por lo que veo, muchos hombres modernos (por no decir contemporáneos) hemos tenido que pasar por “esa” vergonzante situación de comprar alguna “publicación” de lo más inquietante (por no decir de difícil justificación). Si encima la revista de marras va acompañada de un bolso fucsia la cosa se eleva exponencialmente (que no sé muy bien que quiere decir pero queda muy grandilocuente).
Esta traumática situación me recuerda aquella famosa escena donde Woody Allen quería comprar una revista porno pero le daba vergüenza, entonces lo pedía a un dependiente con voz baja y disimulando, y naturalmente, este aborrecible sujeto no tenia otra cosa que hacer que repetir el titulo (muy explicito y extremo) a grito pelado al otro dependiente de la otra punta de la tienda. Un tierra trágame con mayúsculas.
Por otra parte, yo también fisgoneaba clandestinamente los “Cosmopolitant” de mi hermana; y Dios mío, eso si que es pornografía y no el “Penhause”.
Es el feminismo que todo cazurro querría fomentar, a parte de la lamentable paridad en derechos (lamentable para el cazurro) todo lo demás es para que las mujeres se arreglen, se cuiden y tengan la mente abierta para el sexo.
No me extraña que un día escuche a Julia Otero que se enfado cuando Manuel Delgado le dijo en broma, en su programa de radio, que era una feminista del Cosmopolitant.

Salut

JOHNNY INGLE dijo...

Ahhhh, yo no diría de Julia Otero simplemente que es una feminista de Cosmopolitan. Yo iría más allá: me atrevería a afirmar, con toda causa y fundamento, que Julia Otero es esencialmente una "tía buena". O por lo menos lo fue en su día, que yo de joven sufrí por sus ojos televisivos.

Ay, nostalgia (pronúnciese nostalyía, como los italinaos, que suena mejor).

AKSARAY dijo...

eyyyy no se apene, usted también es guay .Lo que no se es como aún no ha salido en el pais de las tentaciones :"Tener un blog de infulas retropop oleico bio es guay" y que se la pelen a la glamur.
Que guay es todo
Saludos¡:-)

Josep dijo...

en breve me gustaria colgar tu comentario en mi blog, espero sea de tu agrado.
gracias.
un abrazo, de un quiosquero que si tiene internet, y si porque no decirlo de vez en cuando cuando tomo cocacola, erupto en privado.
salu2 dsd bcn.

Carla de La lá dijo...

No te preocupes, querido Johnny, estás a salvo de caer en la metrosexualidad, todos lo estais...
Para que comprendáis la verdadera esencia del fenotipo, os he dedicado un post, describiendo como se conduce, el auténtico, el verdadero y merecedor del neologismo....
Por lo demás, sin ser reiterativa, la revista glamour es un panfletín vulgar y aburrido, repleto de tópicos que pretenden materializar, sin recursos, algo con lo que se nace....
Le charme...

JOHNNY INGLE dijo...

Kaba:
¡Jamás imaginé que un quiosquero de verdad me visitara! ¡Qué peligro tiene Internet! En cualquier caso, me dejé llevar por el topicazo y, la verdad, hablé sin conocimiento de causa ni de ningún quiosquero en particular.
Estaré encantado de salir en su Blog, y a ver si me animo a frabricar cava... Salut

Koti: vas a tener razón. Es posible que los destinatarios reales de esas revistas no sean las que nosostros pensamosl... Su blog es interesante, y en él encontraré a menudo temas para opinar (yo es que soy un opinón).

Falinda: no conozco el francés (por lo que te envidio soberanamente, a ti, que puedes postear con titulares francófonos, hum). Supongo que te refieres a algo así como "el encanto personal"?

Carla de La lá dijo...

oui!
También llamado: personalidad...

Anónimo dijo...

Si, como usted bien h dicho, el tema de lo hombres comprando revitas femeninas, es "un lufar común, asi que, espero que edmundo mantel, no se corte.

Besos

ecasual dijo...

Excelente post. Y...
todo es empezar, y no hay que desesperarse, porque quizás en el siguiente número venga una pulsera.
;)
Saludos.

Anónimo dijo...

Sr Ingle:

Tengo una minifalda color vino que suelo combinar con una blusa de tirantes rosa pálido y una sandalias de un color impreciso, entre fucsia y rojo. ¿Me regala usted el bolso? Creo que me sentaría muy bien y tiene pinta de ser amplio; ideal para llevarlo a la playa... Como receptáculo de enseres, como cesta para los víveres, como gorro o, en caso de necesidad, para capturar peces.

Ya sabe lo que dicen: a caballo regalado hay que buscarle una cuadra.

Anónimo dijo...

Por cierto, el comentario es de Aburrida 2000... Además de aburrida, despistada.

Anónimo dijo...

La "onda inteligente" en la que vivimos las mujeres que compramos regularmente el Cosmo (o Glamour, Instyle o similares): sabes a dónde nos gustaría llegar en todos los aspectos, pero nos amamos intensamente por nuestras limitaciones. Como tú, que sabes que tienes un aire Mr. Big, pero ni quieres serlo, ni te quita el sueño que por ello te adoremos, jajajja

P.D.: Todo es broma en la vida. Esto también. Por cierto, ¿qué tal el bolso?

JOHNNY INGLE dijo...

Aburrida 2000: interesante ocurrencia eso de usar el bolso para capturar peces... Y fenomenal el refrán (que espero sea tuyo) de "a caballo regalado es preciso buscarle una cuadra".

Yo diré, y con esto contesto también a Vive y Deja Vivir (tan sofisticada mujer, que me cuestan entender todas sus "insidias") que el bolso encontró cuadra:

Se lo enganché a una amiga que estaba a punto de tener una cita con un hombre que recién apareció en su vida. Yo le dije que el bolso le iría ideal en su hombro flaco. Se lo colgó y, efectivamente, al rato apareció una mancha en su piel de color fucsia. No sé: ¿es probable que el señor bolso no fuera de tanta calidad como aparentaba? Bueno, ya lo dice el refrán, a bolso regalado no le mires el diente, ni si está bien tintado.

Agradezco vuestro interés por el estado de salud del bolso, no obstante.

Anónimo dijo...

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