Lo sabemos porque así nos lo enseñaron en el colegio: los griegos practicaban deporte en cueros vivos, sin contar siquiera con el auxilio de un suspensorio para equilibrar los balanceos. Con tanto culo de macho suelto por las calles, no nos extrañe que acabasen como acabaron…
¿Por qué corrían desnudos? ¿No fueron ellos los que inventaron el DECATHLÓN?
En los tiempos modernos ya nadie corre por amor al arte. Aquí todo lo que se mueve es porque vale dinero. La voracidad capitalista es insaciable, y cuando están en juego enormes ganancias no se duda en practicar la acupuntura: nos tocan allí donde nos duele, y acabamos comprando lo que a ellos les enriquece. Lo más eficaz para vender un producto es relacionarlo con la salud. Si un señor sale en la tele con una bata blanca hablando maravillas de la mierda, que si tiene bífidus activo (y los tiene) y bla bla: todos acabamos consumiendo dos kilos de mierda al día. Así funciona el negocio.
Es lo que ha pasado con el agua embotellada, o la leche en tetrabrik: no han parado de lavarnos el cerebro con que si el agua es buena para depurar el riñón, y que la leche es buena para los huesos, y ahora todos salimos del supermercado con carritos atiborrados de botellones y de cajitas con dibujos de vacas, dejando un exiguo espacio para una lata de sardinas al fondo.
Todo son intereses comerciales. Y con el deporte pasa lo mismo. Si alguien ha dicho por ahí que el deporte es bueno para la salud es porque estaba pensando en vendernos alguna suerte de prenda deportiva. Que le pregunten a un futbolista si el deporte es sano: estos pobres currantes (bien pagados, pero currantes) están una semana sí y otra también en la enfermería, y cuando se jubilan se ponen gordos y fofos y sufren terribles espasmos y han de operarse de la espalda: una tortura.
En realidad, si el deporte fuera bueno para la salud por sí mismo, estaríamos como los griegos: corriendo desnudos por las calles. Si a alguien se le ocurre pedalear desnudo en bicicleta, ya saldrá a la palestra un supuesto médico que le recomendará el uso de un buen casco (para proteger las ideas) y un resguardo para la próstata (por aquello de la impotencia). Vas a la tienda a por ambas cosas y acabas llevándote también un florido mayot, un pantaloncito de licra, las gafas, los guantes, las zapatillas y ¡hasta la crema depilatoria! Esto sí que es salud.
No nos extrañe que de repente los supuestos médicos anden diciendo que en realidad la natación, que hasta ahora se creía un deporte completísimo y recomendable para cualquier persona, parece no ser tan buena para según qué caso. Claro: nadar se nada casi desnudo, ahí hay poco que vender, mejor promocionar como buenos para la salud otros deportes que precisen más equipamiento.
Y aquí llegamos a la última moda: el PILATES está por todos lados. De la noche a la mañana te lo encuentras hasta en la sopa. Dicen que no hace falta sudar, que es cómodo, y que con la ayuda de un monitor te van estirando todos los músculos. Y yo me pregunto ¿no será esto otro negocio? ¿Es realmente bueno estirar TODOS los músculos del cuerpo? Algunos de ellos sí que necesitan un estiramiento continuo (ahí tienen el pene, un músculo con vida propia, si su dueño no lo estira por el día, él solito se estira por la noche, para mantenerse en forma: ahí es nada). Pero habrá otros protomúsculos, protopellejos o colgajos por ahí que tal vez no convenga excitarlos demasiado. ¿No nos enseñaron que cuando un músculo no se usa se atrofia, y que gracias a ello evolucionamos? Pues entonces: si Pilates se dedica a meternos mano a todos los musculitos que tengamos disponibles, a estirar y estirar cuanto pueda, aquí no va a evolucionar ni dios: y pasarán los siglos y seguiremos siendo monos: lo que ahora mismo somos: Simplemente monos que nos dejamos arrastrar por los montajes publicitarios y por las prédicas de los falsos médicos.
5 comentarios:
Efectivamente, el deporte es muy probable que sea perjudicial para la salud. Sólo quería hacer ese comentario de aprobación. Sin embargo, no puedo evitar preguntarle por el origen de la primera de las fotos que aparecen en su artículo. ¿Se trata de un señor en tanga, pedaleando por la calle? ¿Será por casualidad el tipo que llaman “El León del Confital”, que se pasea en tanga por dicha zona, en la Playa de Las Canteras?
Uy, melenudos pedaleando habrá miles en el mundo, cada poblacho o cada caletón tendrá su particular "león" (fíjese que he empleado el sustantivo "caletón" para referirme a la Playa de las Canteras, jeje, con esto lo digo todo).
No creo que sea información relevante, lo importante es que el individuo esté cachas y vaya por la vida marcando chepa para alegrar al personal femenino y afeminado..
Ignoro la procedencia de la foto: como buen blogger, me limito a piratear fotos. Lo otro sería tener una digital camera y dedicarme a retratar mis rodillas, por lo demás, bastante menos apetecibles que las del león de la foto.
Bueno, ¿acaso van a pretender también los canariones que la chica rubia que se estira las piernas anda suelta así, de esa guisa, en la Playa de las Canteras... Si es así, tendré que decidirme a dar el salto, cruzar el charco, pinchar el palo (y lo digo sin segundas) de mi bandera en tierra canariona, conquistarla para el Reino de Nivaria, etc.
Sr. Ingle;
Claro que el deporte es pernicioso. De eso no hay ninguna duda: es tan dañino que, para soprotarlo, los pobres ciclistas de élite tienen que meterse todas esas drogas.
Los diarios están llenos de noticias de tipos que caen "fulminados por un infarto" mientras hacen fútin. Las clínicas de rehabilitación, otra parte del festín consumista, hacen caja con los mendas que se han contraido un músculo, jodido el menisco, triturado la rótula mientras practicaban tal o cual deporte.
Salvo el ajedrez, si deporte, cuyo único riesgo es provocar bloqueo mental (también llamado "tablas"), el resto de las actividades deportivas son un caldo de cultivo para todo tipo de estragos corporales. Además, uno suda, huele se cansa y se queda hecho polvo después de practicar el más mínimo ejercicio (sálvese la cópula, especialidad deportiva que, practicada con los preceptivos plásticos, carece por lo general de contraindicaciones. Bueno, mentira, también en estos casos se suda, huele, cansa y sobre todo, acaba uno hecho polvo).
Con respecto a DECATHLON, voto a bríos, hasta ahora juraría que era una empresa de capital exclusivo francés, no griego. En cualquier caso, entre el francés y el griego anda la cosa.
Mire, Sr. Ingle, yo a usted no lo conozco, pero por este post deduzco que es usted uno de los pocos privilegiados que está a salvo del consumismo, y le felicito por ello, por no ser de los que cambia de coche, sin necesitarlo, cada tres años, o de los que cambia el mobiliario nuevo de la casa por otro más nuevo, o de los que se pasa el día renovando su parque de televisores.
Respecto al tío de la foto, yo creo que sí se trata de "El León del Confital", pero la foto debe de ser de hace algunos años, cuando trabajaba como pizzero.
¿Dónde se habrá metido la pizza?.
Hum.
Perfectos Saludos.
Don Johnny, ponga la opción de moderar en su Blog, o aparecen cabrones como el del mensaje anterior, que se aprovechan para poner enlaces a su página de venta de algo. Es la primera vez que lo veo, y me he quedado patinando… ¿Se había usted dado cuenta de ese enlace?
Yo intento alargar mis pestañas y el deporte que practico es el pestañeo. Pero no funciona.
Al menos no gasto un montón de guita en ropita para deporte...
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