28 noviembre 2006

Qué mala es la envidia


La Agencia EFE difundió hace unos días la noticia de que Pete Best, el primer batería de The Beatles, antecesor de Ringo Starr, ha afirmado que le echaron de la banda de Liverpool porque "era el preferido de las chicas", cuestión que provocaba envidias entre los otros miembros. Best ha señalado que durante la etapa en que la formación trabajó para un club en Hamburgo él era "un amante de la juerga y las mujeres", circunstancia que le habría llevado a ser sustituido en múltiples ocasiones por Ringo Starr, quien fue finalmente el batería con el que los amantes de la música conocieron a The Beatles.

Me cae bien este Pete. O sea, que el muchacho se andaba corriendo tremendas juergas (nunca mejor dicho), no llegaba a los conciertos y tenían que sustituirle con el segundón de Ringo, y se queja de que lo echaron por envidia. MMM: pero qué malita es la envidia. Sí señor. Y pobre Pete, que para salir adelante tuvo que trabajar de panadero.

Esta noticia me hizo recordar que yo viví un caso parecido. Recién terminados los estudios, comencé mi experiencia laboral seria como becario en una fábrica de cigarrillos. Estaba destinado en el Departamento de Personal, pero me tenían más bien como pinche. Ni siquiera me dieron una mesa. Se supone que si lo hacía bien me podrían haber ofrecido un contrato al final de la beca. Pero no. Me enteré después que uno de los Jefes de Departamento andaba diciendo por ahí que yo “no tenía dotes de mando”.

Este jefe era en realidad un jefucho. Su Departamento eran dos personas y la secretaria compartida del Director (compartida porque podían tirársela por turnos, supongo, tenía modales rudos, mala leche y carita zorruna). Años más tarde, la multinacional americana decidió reducir su producción en Canarias y comenzó a despedir gente. Uno de los primeros que cayó fue este jefe. Cuando le dieron la noticia se le hundió tanto su esperanza de ganarse el pan, que le sobrevino un infarto y murió. Por lo visto él sí tenía dotes de mando, pero lo que no tenía era dotes de parado.

Sin embargo aquí estoy yo, al fin mandando sobre muchísimos súbditos y sin peligro de que me despidan. Y respecto a las dotes de mando, hum, me estoy volviendo tan cabrón que hasta obligo a mis vasallos a que escriban con letra verdana y les prohíbo celebrar cumpleaños. Joder, ¡esto sí que son cojones de mandar! Hace poco visité la tumba de aquel jefucho y le robé las flores que su familia le había puesto por el aniversario: “¡¿No he dicho yo que están prohibidos los cumpleaños?! ¡Que la norma también vale para los muertos!” Y me largué de allí, destronchado de risa.

Bueno, el caso que quería contarles es que en el Departamento de Personal de esa fábrica de cigarrillos había un Graduado Social que se creía el Richard Gere de turno. Andaba siempre peinándose, sacudiéndose las motas y olía a colonia Old Spice. Era un lígalotodo. Feas y guapas, le daba igual. A veces bajaba a la enfermería y se tiraba a la ATS en la camilla. Yo, como es natural y dada mi juventud, me impresionaba bastante con estas mañas de macho bien bravo.

Lo que tenía de malo es que era un fresco, y apenas paraba por la oficina. Era como el Pete Best de Los Beatles, un amante de la juerga y de las mujeres. Día sí, día no, llamaba a primera hora y su repertorio de disculpas era del estilo: hoy amanecí destemplado, tengo calentura, me duelen los riñones, estoy que me arrastro, tengo calambres en las tarlípedes o cojones, etc.…

Al final lo pusieron de patitas en la calle. Le ofrecieron una pequeña indemnización y todo, pero él se ofendió y alegó lo que Pete: que si le tenían envidia, que si todas las niñas de la oficina le adoraban. Reclamó ante la Magistratura y perdió la instancia. Apeló al Tribunal Superior de Justicia, donde se atrevió a recusar a un Juez llamándolo también envidioso. Pero tampoco se le dio la razón, y ya tenía tal perreta encima que se gastó un pastón en un abogado caro de Madrid y el caso llegó al Supremo.

Yo ya no estaba en la fábrica. Pero me enteré de la sentencia del Tribunal Supremo años después. Fue una anécdota que dio lugar a muchos chascarrillos y al final acabó el pitorreo en todos los bares de la provincia y se difundió por los periódicos. Hoy en día la conoce medio Tenerife. El caso es que el Presidente de la Sala que juzgó el caso no se quedó contento con dictar una sentencia desestimatoria y que condenaba en costas al galán de marras. Con la notificación le envió una especie de carta personal, en la que más o menos le decía: Por supuesto que le envidiamos, señor X. Todos le envidiamos sus dotes de entrepierna y sus sobradas conquistas. Le envidiaba su jefe en la fábrica, le envidiaban sus compañeros. Le envidiaba el Magistrado de instancia, el del Tribunal Superior y toda la cohorte de abogados que usted ha contratado. Yo mismo, no lo sabe bien, he dejado de dormir muchas noches por ataques de envidia. Una suerte como tiene usted con las mujeres es insoportable para un hombre que se considere normal. Así que sépalo: .
¡Claro que le envidiamos, FOLLADOR DE MIERDA! Pero métasele en la cabeza que de la fábrica le despidieron porque también es usted un soberano gandul.

PS. Aprovecho para expresar mi solidaridad por todos aquellos que siguen atrapados en la versión Beta de Blogger. Afortunadamente nuestro amigo George ha logrado salir a flote, y con algunos problemas no resueltos, EDMUNDO MANTEL, que al parecer estaba también atrapado en una pecera virtual Beta, acaba de resucitar. La muerte afecta a cada cual como le parece, y a nuestro eximio Sr. Mantel le ha dejado una cara algo rara, no hay más que ver la foto. Aprovecho para protestar por lo que cuenta de la CUCARACHA, que no es más que un delirio, que no hubo tal, y también protesto porque EL SOLTERO DE ORO haya tenido el mal gusto de robar el Diario Íntimo de su Prima y ahora lo esté ventilando. No es apto para menores, lo advierto, como tampoco lo que cuenta de la donación de sangre y… Es de mal gusto. Sencillamente. Ya hay una mujer que se ha expresado en este sentido en los comentarios, y creo que tiene razón. El semen es otra cosa, Sr. Soltero.

32 comentarios:

JOHNNY INGLE dijo...

Por si alguien no entiende lo que significa en lenguaje jurídico la condena en costas, lo explico: La condena en costas se produce cuando el Tribunal tiene su sede en, pongamos por ejemplo, Torremolinos o la Costa Brava. En cambio, si el Tribunal es de Toledo, o de Cuenca, la condena no es en costas, sino en meseta o zona de interior.

George Hazard dijo...

Pues yo también he sido un juerguista nato, aunque mi sentido de la culpabilidad no me ha permitido descuidar mi trabajo. Creo que a lo largo de tres años sólo he faltado dos días por culpa de una juerga.
Pese a todo, despertaba la envidia de las arpías del colegio, que comentaban entre ellas y a mis jefes mis presuntas noches locas.
Me da igual, no consiguieron nada, mis jefes me adoraban, igula que mis alumnos.
Así que viva Pete y el follador de la fábrica.

RUFUS dijo...

"Por lo visto él sí tenía dotes de mando, pero lo que no tenía era dotes de parado"

jajajaja Que gran frase aunque esto de regodearse de la muerte de un villano y saquearle las flores mortuorias tiene que tener alguna laguna etica por narices.

el revisionismo personal es fascinante. el tiempo pone a cada uno en su lugar, y eso de ver a "segun" que elementos desposeidos de sus "poderes" de antaño revitaliza cosa fina.

salut

Peggy dijo...

Pues si el tiempo pone en el lugar adecuado a la gente , la egolatria suele ir acompañada de un complejo de ser envidiado ...siempre tiene los demas la culpa de todo , es una justificacion como otra cualquiera ante los fracasos de la vida ...:) kiss

Anónimo dijo...

Querido, cuantas cosas me he perdido en unas semanas que no he podido darle al blogg.
Me gusta tu estilo y me gusta lo que cuentas, pero no creo que nadie se merezca un infarto por gilipuertas y no creo en la justicia divina ni en la humana ya ves lo que a veces ocurre.

Un beso de Greta.

Anónimo dijo...

Por cierto, no menciono la envidia. Siempre he creido que lo que mueve al mundo es la envidia no el sexo, fíjate, que ilusa verdad?

Otro Beso

JOHNNY INGLE dijo...

No me esperaba menos de ti George: menos mal que no tienes dotes para tocar la batería (¿verdad?) porque igual te hubieran largado de un grupo musical de éxtio without you...

Sr. RUFUS: ¡Pues claro que hay una laguna ética! Un océano ético en realidad. Pero si hace reir yo lo pongo. Y bueno... que me parece que no se murió del todo el pobre hombre. Que siiiiiiiiii, que yo creo que llegó a ver crecer sus nietecitos. Y, carajo, él tenía razón, yo era en esa época más parao que un burro tirando de una carreta de sandías de gran tonelaje. Él no podía ser adivino. Las flores, en realidad, las robé de la tumba de su gato, que si murió de verdad: y ni siquiera me reí: simplemente me las llevé.

PEGGY: La egolatría y la econometría me parecen detestables desde cualquier ángulo. Algo menos la pediatría, y la pederastia decididamente es abominable. El complejo de ser envidiado es una lacra social, así como la cadena de fracasos a los que inevitablemente nos vemos condenados: por cierto, junto a una no menos larga cadena de éxitos de los que también los demás tienen la culpa...

Bueno, GRETA: ya he explicado que en realidad no se lo merecía. A mí me dio un tembleque sólo de pensar en la situación: una persona con un puesto digno en una empresa, con su poquito de orgullo personal, y de repente verse sin nada y a decir, yo viejo, para dónde tiro ahora, con estos pelos (o sin estos pelos). Si me río de la situación es para no llorar. ¿Lo que mueve al mundo? Tal vez el sexo sea capaz de mover el mundo justo desde la altura del sexo hacia arriba. Todo lo que queda por debajo, es decir, lo más rastrero, lo moverá la envidia. ¿Cuadra el teorema?

Abrazos para todos.

Srta. Effie dijo...

Caray, mi querido Johnny, miedo me da preguntar por el acto de conciliación...

¿Robando flores de tumba ajena? Ni siendo de la tumba del gato. Aunque bien pensado, y con esta imaginación que las carencias emocionales me han dado, le veo saltando entre lápida y mausoleo gracilmente cual David Niven en los buenos tiempos, así, como las gacelitas. Mmmm, no, mejor no, que no se porqué si mezclamos fauna con flora de camposanto me aparece usted en mis visiones con mallas y peineta.

Me temo que no lo tengo claro.Ni tampoco oscuro. Casi que me pongo las gafas.

Mil besos.

Mari dijo...

Esto anda raro... el blog se me abre en el poste anterior...

Qué más da...

Qué terriblemente injusto es el mundo con seres tan maravillosos como el Pete ese (no quieras saber lo que significa pete en Argentina. No, no lo quieras saber...) o el Richard Gere de tu compañero de trabajo... Hasta los tribunales son injustos con ellos. Así andamos.

Cuando el juicio es en llano es condena en llanura? También hay condena de montaña? Condena de río no, pensarán que se burla alguien. De mar puede ser. De mar es así de mar a secas o de Mar Mediterráneo, Mar Caspio... ? Y de Mar Muerto? Condena de Mar Muerto, qué curioso...

Me voy a buscar una zanahoria, a estas horas intempestivas ya no hay tempestades.

Pusha dijo...

Menuda cosa esta de la envidia, ya lo viví en carne propia y en la chamba por supuesto, lo más curioso es que en ningún momento me imagine ni sospeche que yo le infunidera peligro y envidia a la interfecta (que en algún momento dijo llamarse mi amiga) que me brindo una puñalda por la espalda, sobre todo por que ella era (es aún) la reina del lugar que se ha ganado a pulso a base a sus coqueteos y aventurillas, nunca me quedo claro por que fui objeto de sus ataques que lograron que mis bonos se fueran a la baja en la bolsa de valores de la empresa, pero como dice el refrán "todo cae por su propio peso" y ya he recuperado respeto de mis compañeros y jefes a base de mi desempeño laboral. Y ella aunque esta en un "cargo" digamos que cómodo, muchos ya se dieron cuenta de la clase de arpía que es. Y el mundo sigue girando.

George Hazard dijo...

La batería no, pero el piano sí.
;-)

Valeria dijo...

Decimos "envidia sana" cuando el envidioso sufre lo indecible, mientras el envidiado lo pasa bomba.
Nos "ponemos verdes de envidia" y no sé si es un insulto o solo es un malestar que les ocurre a los ecologistas.
Envidio tu suerte...que dice la copla.
Un beso, Johnny

nüSh... dijo...

Pronto celebraré mi cumpleaños, sr Ingle. Y si su señoría no lo permite va a tener que aguantarse y quedarse sin su trocito de tarta (que será de chocolate y de un tamaño descomunal)
Yo estoy demasiado ocupada corriéndome mis propias juergas como para pensar en las ajenas... así que la palabra envidia no está en mi vocabulario.
Me gustan los Beatles. Pero no me gustaba ese tal Pete. Prefiero a Ringo. Envidia??? Envidia tendría el pobre George Harrison, que es para todo el mundo el Beatle-Desconocido. (y si no te lo crees preguntale a cualquier persona los nombres de los componentes de tan mítico grupo)
Ale... mil besos donde usted prefiera.
...Nüsh...
PD:¿La sandía y el chocolate se llevan bien?

Kotinussa dijo...

Tanto Best como el fulano que olía a Old Spice no son casos raros. Desgraciadamente el presentarse como víctima de algo se ha convertido en un pasatiempo nacional. Sentirse agraviado, ofendido, y de paso echarle a otro las culpas propias.

Precisamente este domingo leí un artículo de Javier Marías sobre el tema. Lo recomiendo. Aquí está el enlace:

http://www.elpais.com/articulo/portada/Abajo/compasion/viva/ofensa/elpepusoceps/20061126elpepspor_14/Tes/

Besos.

Kotinussa dijo...

Perdon, el enlace no ha salido completo. Aquí está:

http://www.elpais.com/articulo/portada/Abajo/compasion/viva/ofensa/elpepusoceps/20061126elpepspor_14/Tes/

Kotinussa dijo...

Lo siento, aunque lo escribo completo, luego sólo sale una parte. Es un artículo llamado "Abajo la compasión y viva la ofensa" que se puede ver en la edición digital de El País Semanal de este domingo.

Carla de La lá dijo...

Al igual que mi querido "pésimoypaupérrimo" la envidia es el único pecado capital en que no podría caer.
Por cierto, yo soy un poco gandula, desobediente y antinormativa, pero es de agradecer, que si un día me pongo a usar la cabeza, domino el mundo, como soy tan ideal...

JOHNNY INGLE dijo...

FALINDA: Haces bien en coartar la natural tendencia de tu cabecita a campar por sus fueros. No debemos desatar la bestia que llevamos dentro. "Y el cielo por mí, se puede esperar", decía Mecano. Y tú: "Y el Mundo por mí, se puede esperar".

KOTI: El vínculo funcionó perfectamente. Internet Explorer 7 lo detectó a la perfección. Es un magnífico artículo. Fíjate que el otro día, viendo el Telediario, pensé algo parecido. La noticia era un padre de familia numerosa de 7 hijos que se quejaba amargamente de que la Administración no le daba ayudas suficientes. Pero habráse visto, pensé, ahora todo es así. ¿Acaso pidió ese señor la ayuda de la Administración cuando se estaba refocilando con su mujercita? Porque si llega a pedirla seguro que la Administración le subvenciona un condón, por lo menos eso. Yo, por mi trabajo en la Administración, estoy harto de los ciudadanos pretenciosos. La ciudadanía se queja y se manifiesta, y abomina, pero nosotros, el pueblo, somos auténticos delincuentes, depredadores de todo lo que huela a dinero, y no reparamos en ética ni moral: Por ejemplo, Tenerife tiene el record de España en construcciones ilegales, y se trata de segundas residencias, finquitas de recreo para el fin de semana. Y que no se te ocurra ir con la picota a demoler, que se ponen a llorar de una forma que parece que les estés matando a los hijos.

Querida NusH: la sandía pega con chocolate y con cualquier cosa, ya que la sandía es como el fondo de armario de las frutas. No dudes en aderezar esa tarda con daditos de sandía colorada. Te quedará guay, y te dará clarividencia, y todos tus deseos se te harán agua en la boca.

VALERIA: El envidiado a veces no lo pasa tan bomba. A mí, en el colegio, un muchacho me envidió porque otro estaba alabando mi estatura, se puso al lado como para medirse pero me clavó su zapatón sobre mi pie, lo que resultó humillante, porque yo era muy apocado y no me iba a pegar con él, que era bruto. Así que todo depende de las circunstancias. El que lo pasa bomba es el que ni es envidiado ni envidia a nadie porque está contento con lo que es. Eso supongo que será el paraíso.

GEORGE: ¿El piano? Nunca te imaginé con un instrumento, pero si me lo hubiesen planteado te habría adjudicado la flauta: y no sé por qué... (jiji)(perdón)(ya hice de las mías).

Pushis: Esa seguro que el peligro que vio en ti provenía del brasier.

MARI EDUCADITA: La justicia no está presente en toda clase de accidentes geográficos. Sólo se da en las costas o en la meseta o en zona de interior, pero así, genéricamente. Y oiga, usted no marea nunca a la hora Julia. Y si acaso es el dulce mareo que previene los dulces sueños. No se haga la víctima. Ni la ermitaña. Los postes iniciáticos deben superarse en favor de los postes lúdico-festivos. No se nos despida tan esotéricamente y diga siempre: ¡¡¡HOLA, HOLA, PIJAMAAAA!!! Ya sé que esto no se entiende dicho así, pero tiene su sentido. Hola, hola, pijamaaaa!!!

Mari dijo...

¡¡¡HOLA, HOLA, PIJAMAAAA!!!

=D

Ese poema me encantó, señor Yóni. No voy a agregar nada más ahora, o le restaría fuerza (al poema, a la sensación bella que me dejó)

Un beso, Julio

princesa del vértigo dijo...

Yo nací con ese estigma de ser envidiada por todos los mortales. Pero a mi no me afecta en absoluto porque utilizo mi látigo con la suficiente maestría como para que no se atrevan a decirme ni mu y mucho menos a ignorarme o echarme de un trabajo, Ja.

P.D: querido Johnny, te he dejado en mi reino un regalito que sé que estabas esperando ansioso. Espero que sepas aprovecharlo en la medida que se merece.

Aicha dijo...

Lo de prohibir los cumpleaños...¿es que tiene usted envidia de los regalitos o que no le invitan por culpa de sus dotes de mando?. Yo se los prohibiría sólo a los casados que disfrutan de días de vacaciones extras. Señor Ingle, me tiene preocupada. Es demasiado duro con los animalitos: roba flores de la tumba de los gatos, de los perritos mejor ni hablar, los peces por mala memoria, las ranas ¡ni mentarlas! y ahora los animalis copulatoris in excesus y los animalarium paradus dotes carentis. No sé, no sé. Se salvan las vacas que de tanto envidiarlas quisiera ser una de ellas. :)

George Hazard dijo...

Claro que hay flautas cortas y largas...

Dave Aiman dijo...

Que tendras mala leche no lo dudo pero tu trauma de Becario fue gordo,eh!

JOHNNY INGLE dijo...

Dave: En realidad soy intolerante a la lactosa, de modo que ni buena ni mala.
George: Y hay flautas dulces y otras no tan dulces. Y luego está la flauta travesera que...¿qué coño será una flauta travesera? Bueno, en realidad no es un coño.

Aicha: Me estoy percatando de que hablas lenguas muertas (a mí, las lenguas muertas siempre me dieron un poco de asco, ¿cómo puede uno hablar con la lengua muerta?). Y lleva un rigoruso inventario de todas las especies animalarium con las que me he posteado. Pues es verdad, me estoy cargando la fauna al completo. Y si es cierto que le profeso tanto cariño a las vacas, debería plantearme seriamente tener en casa una mascota con ubre y cornamenta: ¿Podría alimentar una vaca con cáscaras de manzana y un poco de bífidus?

Princesa, aún no he ido, pero temblando estoy. En fin, creo que ya estoy preparado, click click y viajo al castillo donde habita la niña Ángela y las huestes fantasmales..

George Hazard dijo...

ja ja ja!

Mari dijo...

La Julia tiene sueño. Comprar provisiones es agotador...

JOHNNY INGLE dijo...

MORDANDIS dijo:

"jajaja, vaya tela! y ahora cuál es su trabajo? usador_excelente_de_la_entrepierna???.

Po dió qué cosas!

1beso"

Si te refieres al Graduado Social: supongo que todo en este mundo cansan, incluso el placentero oficio de rompebragas. Al final habrá tenido que montar una asesoría laboral, en la que habrá empleado a un par de esclavos y donde él se dedica a gandulear y a cobrar las exiguas ganancias.

Mari: Quizás sea mejor comprar improvisaciones en lugar de provisiones. Tal vez no sea tan agotador...

chokkolatt dijo...

Jajaja, qué buen post, y la carta del magistrado.
Sabía que entraría a tu blog tarde o temprano y heme aquí, me encuentro con esto, es muy bueno Johnny.

Así que murió y resucitó al tercer día jajaja, esto es una adicción.
Linda esa Phoebe Cates, después de leer ese post no pude resistir la tentación, he buscado fotos de ella en la red y he encontrado algunas que ¡vaya!, tengo que ver sus películas (Gremlins no cuenta). No sé si encontraré fotos similares de Kate Beckinsale.

Saludos Johnny!

JOHNNY INGLE dijo...

Bienvenido, Sr. Chokkolatt. Estoy seguro de que si ves las imágenes inolvidables que dejó Phoebe Cates, a sus 17 años, en la película Paradise, no te vas a quedar precisamente de piedra, como esa estatua de la Isla de Pascua. Paradise, es una película de culto, ambientada en Bagdad, en los desiertos, oasis, lagos. Una cuidada fotografía, unos primeros planos antológicos de esta actriz (que sí, bueno, estaba enchufada por su papaíto, pero es que tenía el físico ideal, y yo creo que también interpretó bien el papel, que era básicamente lucir su palmito y hacernos soñar).
Pues, no, creo que Kate Beckinsale no se nos bañará desnuda bajo una cascada de aguas termales, ni nos mostrará su cuidado "felpudo" al meterse en el agua de un lago. Los tiempos han cambiado. Tampoco Kate tiene ese rostro expresivo, ni esa risa llena de vida, de Cates. La sombra del ciprés es alargada, y más la de Phoebe. Que la historia la juzgue. Yo estoy pendiente, como dije en aquel post, de dedicarle un monográfico y colgar las mejores fotos de primeros planos de Paradise, que yo he seleccionado dádole a la película para detrás y para delante en busca del momento mágico.

Saludos y hasta pronto!

perro del mal dijo...

y dale con el richard gere... perdón que me meta en la conversación con chokkolatt pero quería decirte que después de ver las fotos de las mujeres que te alborotan la hormona eso de 'mi tipo de mujer ideal' sí que funciona contigo, jajajaja, todas se parecen, todas muy guapas la verdad. Es todo.

La envidia sí que es cabrona, te enferma y no te permite ser feliz pero también es natural sentir envidia alguna vez en tu vida, un caso muy común es eso de envidiar a alguien cuya pareja nos gusta pero no pasa de desnudar mentalmente a la mujer y pensar en que el fulano no se la merece, otra cosa muy distinta es hacerle mal a alguien por envidia, claro.

Otro caso común es el de envidiar ciertos privilegios que gozan algunos compañeros de trabajo en particular, cuando los privilegios deberían ser para todos o no existir para nadie pero en este caso no estoy tan seguro de que el culpable sea exactamente el envidiado sino el jefe que le dió esos privilegios.

Ni modo, nadie dijo que esta vida era justa, pero qué buena carta se aventó el Presidente de la Sala, jajajaja.

JOHNNY INGLE dijo...

Sí, Sr. Perro, el deseo de la mujer del prójimo representa una grave amenaza para el orden social. En este punto, Kevin Kline tendría que estar retándome a duelo, por tanto babeo relacionado con su señora esposa. Claro que a mí me gustaba sólo cuando ella tenía 17 años y se bañaba desnuda bajo las cataratas de aguas termales en su Paradise.

Salut.

JOHNNY INGLE dijo...

SR. Evangelina: Dígale a su hermano que vivimos en un Universo de opciones, que las cucarachas pueden existir o no según nuestra elección, y que el Sr. Mantel ha escogido la más cochambrosa de las opciones al decidir que existen las curachas. Yo las niego: ergo no existen.

Saludos perfectos o imperfectos: usted elige.